¡Muy buenos días! Por aquí os dejo una actividad más para este otoño: convertir una calabaza en una casita para animales y una nueva propuesta de mesa sensorial.
Hace un par de años, con una calabaza de este tipo hicimos una cara de Halloween. Valentina me lo pidió porque lo había visto en uno de los cuentos de la mesa de estación. Lo podéis ver aquí.
Este año decidimos darle una vuelta a la decoración de la calabaza, y puesto que esta no era comestible (la compramos en Garden Elia, son de decoración, y van genial para cortar porque son muuuucho más blandas que las comestibles y tienen muchas más opciones). Busqué inspiración en Pinterest y finalmente me decanté por esta bien sencilla a la que únicamente tenía que dibujar puerta y ventanas.
Para vaciarla, si queremos que nos dure días y no se nos pudra (que es algo inevitable) hay que vaciarla bien y rascar para sacar el máximo de «carne». Son gruesas así que no sufráis por romperla. Encontré algunos utensilios por Amazon que ayudan pero solo vendían en USA, así que seguiré buscando para el próximo año. También podéis tirar un poco de laca para secar y crear una capa protectora, o incluso con un poco de cera o vaselina. Es importante también que esté en el exterior, en sitio fríos o incluso guardarla en la nevera 😉
Con palillos y un poco de cola, hicimos una escalera y una rampa, y también clavamos en forma de cruz en las ventanas. En IG os he subido un IGTV dónde podéis ver todos los detalles. La puse en una bandeja de madera con maderitas, calabazas más pequeñas y maíz que habíamos dejado secar y desgranado.
Preparé una mesa sensorial en el jardín. Tampoco había tenido oportunidad de enseñaros la mesa que tenemos en el pueblo que encargamos a Creación By Hand (los podéis seguir en IG aquí). Teníamos muchas ganas de poder experimentar también en el pueblo, y ya que tuve la opción de personalizarlo con ellos, hice todas las «mejoras» que para mi le faltaban a la de Ikea. Pedí que fuera más alta, ya que a Valentina con casi 5 años, el modelo Flisat le queda bajito, que fuera más larga para que tuvieran suficiente espacio para jugar, agujeros centrales para cuando queramos poner estructuras de agua, y cajones en los laterales para guardar todos sus «trastos».
En esta ocasión puse la casita/calabaza en m medio y en las dos bandejas elementos de otoño: maíz para desgranar, hierbas aromáticas de nuestro jardín, piñas, aceitunas que hemos estado recogiendo, tallos de madera de distintos tamañas e instrumentos para poder manipularlos. Y este fue el resultado:






Aunque ese día hacía mucho frío lo pasaron en grande. Una vez terminado lo único que tuve que hacer fue meter todo el material dentro de las bandejas y taparlo. Como es material seco no tendremos ningún problema en que se mantenga intacto para la próxima vez que quieran manipularlo durante esta estación.
Espero que os haya gustado, ¡hasta la próxima!

On puc trobar la laca per assecar?
Gràcies!