¡Happy B-day to me!

A últimas horas de dejar mis 28 atrás y entrar en el club de los veintitodos tengo la necesidad de hacer balance de este intenso año. 

Ha sido un año para marcar en la historia, sin duda el año que más cambios hemos tenido, y el que más nos ha hecho crecer. Sí, crecer y aprender tantas y tantas cosas que siempre hemos escuchado pero que nunca entiendes hasta que las vives. Hace un año soplaba las velas con un bebé de apenas 4 meses  que no se separaba de mi ni para comer, ni dormir, ni nada de nada. Por entonces me pensaba que aquello no acabaría jamás, no veía el final y aquí estoy. Viviendo en el mismo túnel pero tomándomelo de una manera muy distinta. 

Foto de Norma Grau

Recuerdo el momento de soplar las velas y pensar un deseo. Me venían mil cosas a la cabeza: «que esto pase pronto», «que sea una niña sana», «que el año que viene cuando sople las velas ya durmamos la noche del tirón»…. Me hacía sentir super culpable desear que aquello pasara rápido, pero es que a día de hoy lo sigo pensando. 

Veo a Valentina que se ha hecho tan mayor, que ya no es un bebé y me da pena, claro que sí, pensar que hay una etapa que ya ha volado, pero es que nuestra primera etapa fue tan dura y con tantos momentos oscuros que me alegro de que ya hayan pasado. Soy de las que piensa que todo pasa por algo, y que si nuestros inicios fueron así, su razón tendrían. Y hoy, un año después me doy cuenta de que aunque sigo sin dormir, lo llevo muy bien, mucho mejor de lo que me podría haber imaginado. Me río de mi yo pasado cuando salía a cenar y a tomar alguna copa un jueves por la noche y al día siguiente me iba a trabajar. Me creía que no se podía estar más cansada… ja    ja   ja!

Me viene a la mente, cuando trabajaba en la escuela y una compañera mía, madre de dos niñas ya mayores, llegaba y decía: «uf! por fin en el trabajo», y yo pensaba: ¿Cómo puede ser que esta mujer esté más cansada de estar en casa con las niñas que trabajando aquí con 25 en el aula? Bien, pues como os he dicho arriba, esto hay que vivirlo para entenderlo. Hay que vivirlo para darte cuenta de que no tienes 5 minutos para cepillarte los dientes, o para estarte un buen rato delante del espejo decidiendo qué te pones y cambiándote mil veces de modelito mientras el amore se vuelve loco esperando en el sofá. 

El vestuario. Éste ha sido otro de los puntos fuertes de este año. Siempre he sido una chica que me he preocupado por cómo vestir, me ha encantado siempre ir de tiendas, comprarme alguna cosita nueva a menudo, cuidarme y sentirme guapa. El no tener toooooodo el tiempo que esto requiere (métase dentro de este grupo el depilarse, hacerse las cejas, lavarse el pelo, planchárselo, maquillarse, ponerse complementos….) es algo que te toca profundo. Y lejos de que pueda parecer superficial, es algo que deja mella, cuando día tras día te miras en el espejo y te ves con el ya bautizado en las redes «mierdi-moño», los leggins y una camiseta suficientemente ancha para poder dar el pecho. 

Después de un año, y aunque tenga días de bajón como todo ser humano (femenino), he entendido, aprendido, interiorizado y aceptado que ése es mi uniforme de lunes a viernes. Mi uniforme de madre, mujer trabajadora, emprendedora y que cuida de su casa. Y, cuando llega el fin de semana y el amore se puede quedar con Valentina, en 15 minutos consigo resultados que antes hubieran requerido horas y horas. Me visto, me planto un poquito de tacón, me maquillo, me plancho el pelo y ¡tatxán! Me veo mucho más guapa que antes, porque claro, ¡el cambio es abismal! Mi gran aliado para este año han sido las blazers. Cualquier mami-look de pantalón con camiseta, se transforma en un super MILF look a la que le pones unos tacones y una blazer.

Pero sobre todo hemos cambiado como personas. Tengo la grandísima suerte de compartir viaje con una persona estupenda, que me apoya y vive este momento desde el mismo prisma que yo. Hemos tenido largas y largas conversaciones sobre como nos ha cambiado la vida. Lo losers que a veces nos sentimos cuando un viernes por la noche estamos los dos en la cama a las 21h mirando una serie por el iPad cuando todos nuestros amigos se están arreglando para salir a cenar. Y los dos tenemos clarísimo que mucho de este sentimiento y cansancio es por el no dormir horas seguidas desde hace más de 15 meses. Pero sin duda, lo que todavía no hemos perdido y nos salva de cualquier agujero es ponerle humor a cualquier situación.

Pero después de todo este rollo, llega la gran frase de «pero compensa«. Y sí, claro que compensa, y lo mismo que hasta que no lo vives no puedes entender que no tengas 5 minutos para mear en todo el día, tampoco puedes entender como toooooda esta entrega puede compensar una sonrisa al despertarse, un apoyar la cabeza en tu hombro, suspirar y decir mamá, verla señalar con el dedo por primer vez, venir corriendo por el pasillo para que la abraces o el momento en que se queda dormida en tus brazos. 

Sí, definitivamente compensa y este año ha sido muuuy distinto a cómo me lo hubiera imaginado. Hace dos años soplaba las velas deseando que algo dentro de mi naciera y nos cambiara la vida, y se cumplió. Hace un año deseé que nuestra familia siguiera gozando de salud y felicidad y se cumplió. Me quedan unas horas para soplar las velas y todavía no sé que voy a pedir, lo único que tengo claro es que no puedo estar más agradecida de todo lo que la vida nos ha regalado. 

No sé que me deparan estos veintitodos, seguro que algo muy distinto a lo que ahora se me ocurre, y me imagino a mi yo del futuro escribiendo un post de bienvenida a los 30, y sólo me entran ganas de salir corriendo a vivir lo que este año nos tiene preparado. 

¡BIENVENIDOS 29!

 

Y no quiero terminar este post, sin agradeceros a todas las que día a día, seguís nuestras aventuras en las redes, me leéis mis rollazos por el blog y desde hace  poquito veis mis videos en Youtube. Gracias a todas por todo el cariño que me transmitís a través de la pantalla y que me animáis para seguir trabajando duro en ello.

¿Me acompañáis un año más en el camino hacia los 30?

11 Comentarios

  1. Edurne mayo 25, 2017 - 8:33 pm

    Feliç últim dia amb 28! I a gaudir del que et porti els 29? m’agrada llegir-te! Felicitats per demà!

  2. Judit mayo 25, 2017 - 9:24 pm

    Felicidades!
    Vaya año! Pero seguro que el que viene también será un añazo
    Un saludo!

  3. Euriaaa mayo 25, 2017 - 9:45 pm

    Felicidades Esther! Qué sincera y optimista! ( y jovenzuelaaaa) Un abrazo!

  4. MJ Sánchez mayo 26, 2017 - 7:02 am

    Felicitats!!! Jo tmb penso que treballo més a casa que al cole ???. Tenen tanta energía que costa seguir el ritme les 24h… Però són el millor regal del món, per tot el que descrius a l’article. Que gaudeixis del teu dia amb la teva maravillosa familia.

  5. Núria mayo 26, 2017 - 7:08 am

    Moltíssimes felicitats Esther!

  6. Raquel mayo 26, 2017 - 9:04 am

    Muchas felicidades Esther!!!
    Seguro que tu camino hacia los 30 será maravilloso, tienes el mejor regalo en casa para acompañarte. Yo en un mes cumplo 35 (uuuffffffff ya empieza a picar…), mi peque tiene 14 meses y mi niña acaba de cumplir 4 años. Si antes tenía poco tiempo, desde la llegada de mi pequeño terremoto siento que prácticamente soy «nula» como persona, soy trabajadora y mamá a tiempo completo. Y empiezo a necesitar mucho esos momentos de separación e independencia de los peques, quedar con las amigas a tomar algo (sin estar pendiente de los bichillos), de ir al cine o a cenar con mi chico. En fin, ya me entiendes. Pero luego los miro y aún me emociono al pensar la suerte que tengo y lo feliz que me hacen. Así que nada, seguiremos esperando la luz al final del túnel y buscando nuestros pequeños momentos. Hoy es un día especial, disfrútalo y te mando un abrazo fuerte fuerte.

  7. Abril i Marti mayo 26, 2017 - 10:52 am

    Muchas felicidades¡¡
    He descubierto hace muy poquito tu blog y me eencanta. Describes lo que es el dia a dia de una mama reflejando la realidad.. Lo bonito que es ser madre y a la vez lo duro que es también. Soy mama de una niña de 7 años que fue muy demandante y que lloraba mucho, que dormia mal..asi que pasamos unos años malos..pero ahora es una niña que duerme de maravilla y esta sanisima. Tengo un bebe de 14 meses, volver a empezar fue duro pero fue un bebe muy buscado, tambien muy demandante pero que duerme mucho mejor que la hermana, aunque tenga alguna mala noche el resto no nos podemos quejar.. y menos mal que tengo ayuda de mi madre y mi marido;Así que cuando te leo me reflejo en ti y en que dices las cosas tal y como son. Cuando veo en instagram a las famosas que tienen bebotes taaannn buenos y tan dormilones…»piensas» que surte tienen de poder disfrutar la maternidad al 100% y que he hecho yo mal..Gracias por compartir tu experiencia, me encanta tu blog.

  8. Haridian Plasencia mayo 26, 2017 - 11:52 am

    Por supuesto que te acompaño, muchas felicidades…trasmites tanto, tan real, tan igual a lo que he podido sentir…con algunos años más, y con una peque algo mayor al tuya pero queriendo exprimir al maximo cada día. Un abrazo!!

  9. Laura mayo 26, 2017 - 12:39 pm

    Tinc una petita de 2mesos. Sóc pediatra i pensava que per la meva experiència seria més fàcil el tema de la maternitat, però lluny de la teoria m’he sentit molt identificada amb moltes de les coses que expliques en aquest post. És dur, molt dur! Però com tu dius, un somriure matiner, un amor tan incondicional i tantes altres coses que fan que tot plegat mereixi molt la pena. Crec que el temps ho va ficant tot al seu lloc, pasito a pasito… I moltes felicitats!

  10. Pepi Talamàs Cristòfol mayo 28, 2017 - 1:52 pm

    Per molts anys bonica!! M’ha encantat com has descrit tot el que has passat, jo ja els tinc més grandets de 7 i 8 anys però m’encanta que parlis amb aquesta sinceritat del post embaràs, que és el que et cambia per sempre. A seguir disfrutant i nosaltres llegin-te, petons!

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