Hoy estrenamos los Posts de los lunes, ¡y de qué manera! Hacía mucho tiempo que tenía ganas de compartir con vosotros este post. Sabéis que como maestra una de mis colaboraciones más especiales es con Jugaia, y que consiste en explicaros la importancia del juego, de escoger bien los juguetes y saber cuándo es el momento idóneo para introducirlos a nuestros hijos.
Muchas me los habéis pedido así que hoy os traigo un post sobre El Cesto de los tesoros!
Os quería explicar muy brevemente su función pedagógica (sin ser tostón) para que entendáis porqué este juguete es tan importante.
El cesto de los tesoros es una propuesta realizada por Elionor Goldschmied (maestra y pedagoga).
Consiste en un cesto de mimbre lleno de objectos que forman parte de nuestra vida cuotidiana. Son elementos naturales, elementos de madera, de metal, de vidrio, de tela…
Los niños se abren paso al mundo a través de sus sentidos y es aquí donde el cesto de los tesoros proporciona a los más pequeños los mejores primeros elementos de juego. La propuesta está pensada para cuando los niños se mantienen sentados por ellos mismos. Esto es así porque necesitan libertad para moverse y explorar y no tener que estar apoyándose o sujetándose para no caer.
Los elementos de la cesta permiten tocar, mirar, oler, probar, golpear, oír… Se trata de elementos con una gran variedad de características en cuanto al peso, la textura, el sonido, la consistencia, la temperatura…
El niño encuentra dentro de la cesta todo lo necesario para dar respuesta a sus preguntas: convirtiendo el juego en un acto científico y de indagación.
Como siempre cuento con Jugaia para escoger los juguetes de Valentina. En este caso me decanté por este pack de materiales de 21 piezas de madera que podéis encontrar aquí. De momento nosotros hemos empezado con este cesto que es más pequeño de lo recomendable pero tenemos en mente cambiarlo por alguno un poco más grande. Estaremos atentas a la web de Jugaia! 😉
Nuestra experiencia con el cesto de los tesoros está siendo muy buena. Como os he puesto al principio, es súper importante que el bebé tenga un control de su propio cuerpo para que todas sus fuerzas y sentidos estén centrados en la experimentación de los objetos.
Además de los elementos de madera que podéis ver en las fotos, también hay otra selección con distintos materiales con cuerdas, plásticos o telas que podéis encontrar aquí.
Es un buen recurso ir cambiando los elementos del cesto para que el niño tenga curiosidad por la variedad de los materiales. Una propuesta que os hago (aunque todavía no he tenido tiempo de hacerle fotos), es incluir en la panera los objetos/materiales típicos de la estación en la que nos encontramos. Por ejemplo ahora en otoño sería ideal añadir castañas, piñas, calabazas o incluso hojas.
También otra propuesta muy interesante es hacer el cesto por temáticas; es decir, un cesto musical (con instrumentos o con materiales sonoros), un cesto de texturas (con materiales como papel de seda, papel de celofán, lijas, papel rugoso, algodón…) un cesto con bolsitas de distintos olores… Como véis las posibilidades son infinitas!
Os animo a tod@s a introducir el cesto de los tesoros en los juegos de vuestros pequeños, a dejarlos hacer… Os propongo que os sentéis a una distancia prudencial para transmitir confianza pero dejando la libertad de experimentar de manera independiente. Y os invito a observar el poder innato de la experimentación. Sólo deseo que esas ganas de aprender, esa curiosidad infinita, no termine nunca.
Yo recomiendo también leer El Joc de la descoberta, de Tere Majem i Pepa Òdena, dónde se habla de esta fase del juego del bebé. Creo que también está traducido al castellano.
Como el niño descubre los objetos, los explora, la combinación entre ellos, el paso de la Panera dels tresors al Joc heurístic, etc…La importancia de dejar escoger, observar cómo explora, qué elige, qué criterios sigue, qué descarta….
Me parece también un digno reconocimiento a estas dos maestras.